jueves, 11 de mayo de 2017

Esencial Isabel Bayón


Isabel Bayón prometió "un espectáculo hecho sin pretensiones, sin envoltorios, sin ideas conceptuales de por medio", lo tituló Lo esencial, y eso es lo que hizo en el escenario: bailar.
Hizo un baile cuidado en extremo —cada figura era una estampa de laboratorio—,   una exhibición de lo que hoy se conoce por Escuela Sevillana. Un baile académico.
Comenzó, vestida de rojo, por cantiñas e hizo una demostración canónica de cómo se mueve un mantón y una bata de cola.

Las remató, subida en una silla, rodeada de su grupo y luciendo una bata que llegaba hasta el suelo. Tal vez, lo único innecesario fue algún que otro paseo de sillas por escena.

Se vistió de negro y siguió por martinete, reproduciendo el zapateado que hiciese clásico otro sevillano, Antonio Ruiz Soler. Lástima que el sonido del tablao fuese tan opaco.

Se puso una nota de color en el atuendo y bailó y se hizo sus cantecitos por tangos. Cerró con una malagueña rubricada con su firma —el estilo que cada bailaora se inventa a su manera— y unos abandolaos que remató con todo su grupo. Fue el ayer y el hoy fundidos en nuevas mudanzas.

La acompañaron Antonio Campos y Miguel Ángel Soto “Londro” al cante y Jesús Torres a la guitarra.
                                                                                                                José Luis Navarro
                                                                                                    Fotos: Jaime Martínez. Cajasol