lunes, 26 de mayo de 2014

¡Viva el Café cantante!

Con el título que encabeza estas palabras hemos visto en acción un “Concierto Didáctico” ideado por José Luis Navarro para mostrar -de modo tan sencillo como eficaz- algunos aspectos de la historia de estos establecimientos flamencos que señalaron época y fueron clave para la definición del “cante” y el apogeo del “baile” con el concurso del subalterno “toque”; que, no obstante, solía alcanzar la dirección de las actuaciones que en tales establecimientos se ofrecían.
 
A modo de conferencia escénica se presenta esta semblanza de lo que fueron y supusieron Cafés Cantantes -de Silverio, el Burrero, Chinitas, Novedades, Naranjero…- para el desarrollo del género en el último tercio del siglo XIX y principios del XX. Eulalia Pablo, con su voz cálida, más que leer cuenta un guion que conoce y cercanamente comunica.
 
Lo hace con argumentos y anécdotas que se van entrelazando con las intervenciones de cuatro jovencísimos  artistas, quienes son estampa imaginada según la estética imperante en los cafés. Por ellos se cumple el repertorio: Jaleos, Alegrías, Seguiriyas del Sentimiento de Silverio, Tientos y Tangos, Malagueñas de Chacón y de la Peñaranda, y Soleá.
Lo ejecutan con conocimiento y afición.  Regenerándolo a su modo, cada cual con su particular aptitud y capacidades: Javiera la Morena baila con el don del encantamiento, Marta Balparda es la vertical poderosa en gracia, Rocío López “La Boterita” canta con limpieza y sabor de cobre, a la vera del tocaor Gori Mazo quien con sus gestos desarrolla la geometría del tiempo y de la música.
¡Claro que sí! ¡Qué viva! ¡Qué viva y qué reviva así contada la memoria de los Cafés Cantantes! ¡Viva!
 
                                                                                                           José Luis Ortiz Nuevo