domingo, 20 de mayo de 2012

Las rumbas de los flamencos

Os proponemos hoy un texto perteneciente al libro La rumba, recientemente publicado por Libros con Duende (www.librosconduende.es), el capítulo 20. Dice así:


Los flamencos habían asistido al nacimiento y habían puesto su granito de arena en la popularidad de la rumba en nuestro país. Recordemos los nombres de La Morita, las hermanas Borrull, La Argentina y La Argentinita. Por esos mismos años, Pepe de la Matrona se traía de La Habana las que etiquetó como “Rumbas flamencas del año 1914” (Véase Solera viva del flamenco, HHS-10-461 (LS), Hispavox, Madrid, 1976). Luego, en la década siguiente, en 1923, Bernardo el de los Lobitos las grabó para la casa Gramófono (AG.163) y, según cuentan los papeles, por esos mismos años a Pastora Pavón «Niña de los Peines» le gustaba rumbear cuando se metía en fiesta. Hay constancia de que lo hizo en una fiesta ofrecida por los duques de Alba a los Reyes de Italia, que se celebró en el palacio de Liria en 1924. Así lo contó la prensa:
Entre tanto, en otro salón de la casa, convertido en improvisado teatro, Pastora Pavón, «La Niña de los Peines», cantó tangos, bulerías y peteneras, y acompañada por Juan Gandula «Habichuela», bailó una rumba y también el popular cantaor Chacón deleitó a la concurrencia con sus más populares canciones flamencas, siendo todos justamente aplaudidos, empezando por SS. MM. y AA.
La Correspondencia de España, 11 de junio de 1924.
Asimismo, no mucho después, en 1926, La Niña volvía a poner la nota chispeante en otra fiesta aristocrática, marcándose su rumbita. En esta ocasión, el sarao fue en honor de los Reyes de España y lo ofrecieron también los duques de Alba.
Entre tanto, en otro salón, transformado en precioso teatro, se ofreció a la concurrencia un interesante  espectáculo de castizo arte andaluz. La inimitable Pastora Imperio encantó al selecto público con los números mejores de su repertorio. La Niña de los Peines cantó tangos, bulerías; peteneras, tarantas, polos y seguidillas, y acompañada a la guitarra por Juan Gandulla, «Habichuela», bailó una rumba. El popular cantador Chacón, y luego «el Mochuelo», cantaron también las coplas de su popular repertorio de diversos géneros: En suma, formaron un cuadro flamenco de lo más castizo. Todos los artistas fueron, muy celebrados y aplaudidos.
La Época, 23 de junio de 1926.


Un año después, Pastora graba su primera rumba. Sabemos de su existencia, porque se anuncia en Mundo gráfico (9.2.1927) que se regalaría un disco de Pastora con una rumba al comprar un gramófono. Y algunos años más tarde, 1935, vuelve a registrarla para la casa Odeón con el título de Sones cubanos. La letra que registra entonces, «Madúralo», no ha perdido ni un ápice de su vigencia flamenca.